Posteado por: Carlos Tito | 31 agosto, 2007

Bolivia – El 10 de Septiembre


Publicado el 29 de agosto, 2007 en Internacional

La fecha ha sido fijada desde la Vicepresidencia de la República, para resolver a fondo la situación política del país. Es en realidad, la respuesta que da el MAS al paro de seis departamentos que reclaman democracia y libertad. Ese día, el país deberá espectar, además del envío de 100.000 indígenas a Sucre, la aprobación en grande de la nueva Constitución Política del Estado, aprobada por los constituyentes del MAS y que impone la reelección indefinida de los señores: Evo Morales Ayma y Álvaro García Linera.

El Gobierno tratará de negociar con la media luna, el tema autonómico y de tierra y territorio, juntamente con la capitalidad reclamada por Sucre, para dar paso al único planteamiento que les interesa: la reelección indefinida, o cuando menos la reelección por dos períodos consecutivos más para Evo y Álvaro. ¿Darán curso a esta pretensión, que del silencio pasó a la complicidad y ahora al descaro de advertir, que dos tercios del país han efectuado el paro de hoy, para evitar el prorroguismo totalitario?

Ya no hay misterios, ni medias verdades, ni solapadas frases para referirse al tema de la reelección. Lo dijo el Vicepresidente García Linera con toda la brutalidad y contenido que un candidato a dictador puede expresar, sin sentir miedo ni vergüenza: “los que se oponen al cambio actual, y apuestan al fracaso de la Asamblea Constituyente, son los que quieren evitar la reelección del Gobierno”

Reelección de Evo Morales ¿para qué?

Para convertir a Bolivia en un país donde los quechuas y aymara parlantes tienen, por ser mayoría indígena, la preeminencia constitucional, de elegir sus autoridades, de definir su territorio, de aplicar su propia justicia y de establecer sus propios marcos económicos, hasta el punto de decidir, que se puede o no explotar, como riqueza natural.

Para institucionalizar el orden social, bajo el dominio y control de los “movimientos sociales”, entiéndase por tal, los órganos de represión comunitaria del MAS. Con los cuales se limita la propiedad privada a casi la apertura de tiendas de barrio, se reparte la tierra de la oligarquía a sus dueños “originarios”, se establece la educación aymara y quechua parlante, cambiando la cruz, por la pachamama, el sol y la luna: rociadas con abundante cerveza.

Se redefina el mapa político nacional con la creación de territorios originarios- indígenas, colocando a los hispano parlantes en reductos de las ciudades, como reservaciones para k’aras. Y se declare el nuevo Tawantinsuyo, sol de las américas y ombligo del mundo, con la wipala como emblema nacional que tiene una hoja de coca “sagrada”, como anuncio de lo que le espera a la comunidad internacional.

Para que en medio de estos proyectos socialistas – comunitarios, la economía nacional, se diluya como azúcar en tasa de café. La producción de textiles, productos agropecuarios, madera, oro en joyas, disminuyan irremediablemente ante la falta de inversión y mercados que se cierran. El gas se quede bajo tierra, ante la falta de capitales de riesgo para explotar los pozos en producción y explorar nuevos pozos, generando escasez de gasolina, gas licuado, diesel, energía eléctrica en el mercado nacional. Las exportaciones de minerales sigan disminuidas, en la medida en que no existen garantías para la explotación de vetas en fase de exploración.

Para que los precios internos sigan subiendo, por la contracción de la oferta de bienes, la inflación importada, la apreciación del boliviano, la disminución del poder adquisitivo de los salarios, la especulación y el aumento de las subvenciones y para que sigan emitiendo decretos supremos milagrosos, que eviten el contrabando de los bienes subvencionados.

El 10 de septiembre, se juega la vida democrática nacional. Los bolivianos que estén por la reelección y el cuadro de situación descrito, pidan que la Asamblea Constituyente culmine su objetivo supremo: la prorroga del actual gobierno. Los bolivianos que estén por la defensa de la democracia, las libertades y la justicia social, pidan que la Asamblea Constituyente se disuelva, Evo Morales termine su mandato (si puede) y exijan soluciones al nivel de vida y empleo que el MAS ofreció en su campaña electoral.

No se puede seguir siendo “centrista”, autista político, cándido pacifista, incauto demócrata y crédulo indigenista, creyendo que los señores Morales y García, tienen vocación democrática y buscan la Unidad Nacional. Ha llegado la hora de la polarización social, sin miedos ni retrocesos vergonzantes. Esto que puede parecer una posición radical, créanme es una oración ante el embate que se avecina. Ya no son meses, los que nos quedan, sino días, para reaccionar.

Autor: Dante N. Pino Archondo.


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